Entre los grandes y poderosos China y Rusia, se encuentra Mongolia, un país con gran superficie pero con poca cantidad de habitantes por kilómetro cuadrado. Destino lleno de bellezas naturales en estado puro, con paisajes de estepas y praderas de ensueño que no podrás dejar de admirar, y el gran desierto de Gobi. Una de las características más interesantes de este país es el hecho de que la mayoría de la población sigue siendo nómada o seminómada, utilizando todavía un tipo de vivienda llamado yurta, el cual era utilizado por distintos pueblos desde la Edad Antigua. Una opción muy utilizada por los viajeros que visitan Mongolia es pasar la noche en estas fascinantes yurtas, que por fuera parecen simples carpas, pero por dentro asombran con su comodidad. Mongolia también es rico en cultura y tradición, el cual sus creencias y espiritualidad son reveladas a través de sus monasterios budistas, la gran mayoría reconstruidos hace no muchos años y declarados Patrimonios Mundiales por la UNESCO. Podrás conocer el monasterio más antiguo del país, Erdene Zuu, o el monasterio mejor conservado del país, Amarbayasgalant Khiid.

El Festival de Naadam es un gran imperdible, con juegos como lucha profesional, carreras de caballos y tiro al arco, sus colores y diversión hacen que muchos turistas elijan visitar este país en esta época del año para poder asistir a este festival y pasarla bien.
Una manera diferente y única de conocer Mongolia es a través del tren Transmongoliano, el cual ofrece una experiencia inolvidable conectando tres países donde podrás ver paisajes que no encontrarás en ningún otro transporte. Es una variación del tren Transiberiano, que hace el recorrido por otras ciudades, pero coinciden en otras. La ruta del Transmongoliano comienza en Moscú (Rusia), atraviesa parte de Siberia y Mongolia terminando así en Beijing (China).