Viajar a Tierra Santa es una experiencia espiritual incomparable. En este país podrás impregnarte de historia siguiendo los pasos de Jesús desde su nacimiento. En Jerusalem, la capital, una de las ciudades más antiguas y sagradas del mundo, donde confluyen sus tres religiones monoteístas, te harán viajar por el tiempo visitando sus sinagogas, mezquitas y basílicas. Los lugares más conocidos son el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado del judaísmo, el Monte del Templo donde se encuentra el Domo de la Roca con su distinguida cúpula dorada y la Iglesia de San Sepulcro en la cual se alberga la tumba de Jesucristo. Pero no sólo esta ciudad te sorprenderá, recorre la ciudad donde nació Jesús, la ciudad de Belén, disfruta de las increíbles playas mediterráneas, gastronomía y parques nacionales de Tel Aviv y adéntrate a los túneles subterráneos de la ciudad de David. En Nazaret, podrás visitar la Basílica de la Asunción, una de las más grandes de Oriente Medio donde Jesús pasó su infancia. Y una aventura vibrante que no debes dejar de vivir es bañarte en las aguas del Mar Muerto… pero sin hundirte!